A primera vista, el mohín sexy y la semi-vestimenta sugieren la etapa intermedia de un striptease ultra-refinado.
Pero si afilamos la visión y el sentido crítico -lo cual implica abstraernos del hecho irrefutable de que Rosie Huntington-Whiteley pertenece al panteón de las beldades planetarias-, se abren las apuestas acerca de los motivos para el curioso look de la top británica -llegado el caso, hasta podrían servirle de excusa para justificar el faux pas-:
1) llevaba rato haciendo esperar a la limousina o -peor aún, a su novio Jason Statham-, sin encontrar la blusa ideal para combinar con esa sosa falda estampada. Entonces pensó,"¡qué diablos, una explosiva trendsetter como yo puede darse el lujo de salir en ropa interior atrevida si le da la gana!", o
2) es un guiño velado pero directo a la cúpula directiva de Victoria's Secret para obtener una oferta más jugosa..., como una línea propia de corsetería erótica..., que a la vez impulsaría su carrera en el celuloide más rápido que los Transformers. ¡Vaya golpe de genialidad!
Crédito fotográfico: Image.net
En serio, sólo ella puede!! Viva la belleza!!
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