Una situación acostumbrada mientras dura el NYFW son las raudas excursiones turísticas desde el sitio de los desfiles hacia otros puntos de atracción. Esta vez, la milla dorada de Madison Avenue, con parada obligada en la nueva vecina francesa, Ladurée, para endulzar la jornada con sus tentadores macarons. Y qué mejor para resistir estas escapadas sin herir el glamour que ostentarían las Mad (Wo)men actuales que seguir el parecer de mi colega italiana Iva acerca del calzado adecuado para estos eventos: puede ser fabuloso, sin por ello ser un instrumento de tortura.
La blusa es de Isabel Marant, el short de MVZ, la cartera de Chanel y los botines de Louis Vuitton. Infaltables, las gafas de Tom Ford.
WOW, WOW, WOW!!!
ReplyDeleteQue bonita y sofisticada!!
KE AMIGA TOP..ME ENCANTAAAA
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