Pieles exóticas, profusión de plumas y lentejuelas, sombreros y tocados estrambóticos, capas, vestidos de noche recargados y accesorios llamativos, como sus icónicas gafas arty, son apenas una vertiente de una personalidad desbordante. Esta intensa vividora, mecenas y coleccionista de arte moderno americana decidió en cierto momento echar anclas en Venecia con una carga de valiosísimas piezas que hoy forman parte de su colección en el museo que lleva su nombre. El arte es cuestión de personalidad, decía Marcel Duchamp. Un concepto a medida de la gran Peggy Guggenheim, dama liberal, asombrosa e inimitable, cuyo 113 aniversario se festejaría justo el día de hoy.
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